Diario El Sur Lun. 20 Agosto

Segundo Salón del cómic y la ilustración brilló en la zona

Una gran historia animada escrita con tinta criolla

Con destacadas figuras criollas se desarrolló el evento. Entre ellas, los hermanos Luis y Miguel Contreras, creadores de la revista“Caleuche”, quienes hablaron de su trabajo y de la historia del cómic nacional.

“Topaze”, “El Peneca” y “Condorito”, según los hermanos Contreras, marcaron época en el cómic criollo que intentan seguir con “Caleuche”. Por Alvaro Peña El género de las historietas y el cómic cuenta con muchos seguidores en todo el mundo, y nuestra ciudad no es la excepción. Así se pudo comprobar en el 2º Salón de la Ilustración y el Cómic, que se realizó el viernes en el Salón de Honor de la Municipalidad y en la sede San Andrés del Duoc UC, institución que a través de su Escuela de Diseño organizó la cita. La actividad contó con algunos de los principales exponentes nacionales del género, como Gonzalo Martínez y Gabriel Rodríguez, quienes triunfan en Estados Unidos. Pero el interés del público y la excelencia de nuestros dibujantes contrastan con la poca presencia de revistas chilenas. La excepción es “Caleuche” cuyos creadores y directores, los hermanos Luis y Miguel Contreras, también fueron parte del evento. Cómic criollo Según estos hermanos, el éxito de “Caleuche” -lleva más de 21 ediciones- se debe a que trata historias y mitología local. “Queremos que se distinga por tener personajes y lugares chilenos, mitos urbanos y componentes históricos, para que quienes la compren se encuentren con cosas conocidas”, señalaron. En cuanto al momento que viven las historietas criollas, dijeron que “los dos últimos años han sido súper prolíficos, con ron revistas de excelencia, pero que duran tres o cuatro ediciones. Eso pasa porque aparte de la producción hacen un gran esfuerzo de gestión. En nuestro caso, nos dedicamos de lleno a la parte comercial, tocando puertas y yendo a eventos, y dejamos lo artístico a los dibujantes”. -¿Creen que el camino va por colocar elementos históricos y locales, como en su revista? -Lo hemos hecho pero con un toque distinto, como la historia “Cazadores del desierto”, ambientada en la Guerra del Pacífico y que incluye elementos mágicos como espíritus o zombis. Le damos a la realidad un lado de fantasía. Se respetan los valores patrios, pero con un enfoque más lúdico para hacerlo más entretenido. -¿No han tenido algún rechazo de profesores o autoridades? Todo lo contrario. Les encanta que los niños tengan la capacidad de usar su imaginación para recrear cosas nuevas. En muchos colegios se implementaron talleres de cómics para que los chicos puedan interpretar la realidad que los rodea, pues es un lenguaje muy especial para el mundo infantil y adolescente. -¿Conocen experiencias extranjeras similares? -En Europa ya están en una siguiente etapa, pues usan el formato del cómic para acercar la literatura mundial a los jóvenes con textos como “El Quijote”. Saben que hay mayor opción de cautivar a un niño que con un libro de 200 páginas. -Parece una buena idea para copiar en nuestro país -Sería ideal con textos como “Adiós al Séptimo de línea”, por decir uno. “Histocomic”, que cuenta la historia de Chile en cómic, es un muy buen intento. Si el Ministerio de Educación quiere incentivar la lectura de nuestros clásicos es una gran opción, pues permitiría que los jóvenes, en vez de bajar resúmenes de internet, leyeran la obra completa y a temprana edad. Varias etapas Según los hermanos, la historia del cómic en Chile se divide en cuatro etapas. La primera son los originales como “El Peneca”, “El Fausto” o la revista “Okey” que aparecieron en los años 20. Luego, entre el 40 y el 50, surgen trabajos como “Condorito” y “Barrabases”. Los setentas fueron la época dorada, con más de treinta revistas semanales. Allí estaban todas las de Disney, “Trinchera”, “Mampato” (que venía de los 60) “El intocable”, “Far West” “Mizomba”. Varias eran de la editorial mexicana “Novaro” y la otra mitad eran chilenas. Pero a mediados de esa década muchas editoriales fueron cerradas, porque el cómic se usaba para mover las masas. Por ello, los dibujantes iniciaron proyectos para adultos. “Era mucha autogestión, y un buen ejemplo son “Bandido, “Trauko” “Matucana” y “Asteroide”, donde había bastante sexo y garabatos. Por eso muchos que hoy tienen 40 años se quedaron con esa imagen”, contó Luis Contreras. Ya en el 95, prácticamente bajó la cortina. Los dibujantes comenzaron a hacer trabajos para el extranjero, y varios se lucen hoy en editoriales norteamericanas. “A nivel mundial Argentina debe ser la quinta potencia mundial de dibujantes, pero carece de revistas nacionales. Algo similar pasa acá, y por eso estamos orgullosos de “Caleuche”, agregó Luis. A nivel mundial, es distinto. En Japón hay más de 50 revistas semanales, y en Estados Unidos entre la DC y la Marvel sumanmás de 300 títulos. “El problema es que áca incluso hay autoridades de la cultura que lo ven como una forma menor de arte y lo ponen en segundo plano”, finalizó Luis.